Si bien la piel es más resistente y duradera, siempre hay que tener ciertos cuidados para conservarla en buen estado, aquí algunas recomendaciones: – Para su limpieza se recomienda utilizar un trapo suave y espuma de jabón de calabaza. – Posterior a la limpieza, aplicar aceite de manitas (se puede conseguir en cualquier talabartería o tiendas veterinarias). – Es bueno de vez en cuando, hidratar la piel con este aceite, sobre todo las áreas que están expuestas al rayo directo del sol, el sol endurece la piel y con el tiempo se puede llegar a quebrar. El aceite la conservará hidratada y flexible por más tiempo. – Después de aplicar el aceite en círculos hasta que se absorba, puedes pasar un trapo seco para quitar el exceso del mismo y que no tenga tacto grasoso. – Es importante también limpiar el polvo de las orillas y costuras con un trapo húmedo, el polvo actúa como una lija sobre la superficie de la piel.