Desgraciadamente mucha gente desconfía de la honestidad de los talleres mecánicos, y esto con razón, hay muchos negocios de este tipo que se han aprovechado del poco conocimiento de sus clientes para hacer alguna marrullería. Pero aunque uno no sea experto en cuestiones de ingeniería mecánica, se pueden decidir ciertas cosas haciendo un pequeño análisis: – Trate de buscar un establecimiento en forma: A veces porque creemos que nos saldrá más barato, es común ir con negocios informales o de “banqueta”, y no es que toda esta gente sea maliciosa o no tenga experiencia, incluso hay algunos muy hábiles, pero por lo general el respaldo es escaso porque sus alcances son menores, y finalmente el costo no será una diferencia significativa. – Está el dueño en el taller, o solo el encargado? Este es un factor sumamente importante, a quién le importa realmente dejar a un cliente satisfecho? – Que cuente con el equipo adecuado para la reparación: Realizar ciertos trabajos sin el equipo adecuado alarga mucho el tiempo de entrega y la calidad final se ve muy afectada, al igual que la duración de la reparación. hay equipo especializado para todo!, porque no ocuparlo.
Que te den real respaldo en cuanto a garantías: Otra ventaja de tratar con un negocio bien establecido es que sea solvente para respaldar cualquier error, no somos perfectos y los errores suceden, pero te responden o te inventan algo para salir por la tangente? Si algún trabajo falló por defecto de refacción o error humano, debe corregirse al precio que sea, cuando el dueño entiende que resulta más caro que el cliente no regrese, es el punto correcto, pero el negocio tiene solvencia para afrontar esos detalles? – Tu taller cuenta con seguro para proteger su auto? Revise que mientras su auto esté dentro de las instalaciones este cubierto por un seguro, incluso en la calle durante los trayectos de prueba o traslados.