Quizás no lo sepas, pero Lamborghini acostumbra nombrar a sus vehículos con los nombres de toros famosos de la fiesta brava y este caso no es la excepción…
¿Y por qué el nombre?
Quizás no lo sepas, pero Lamborghini acostumbra nombrar a sus vehículos con los nombres de toros famosos de la fiesta brava y este caso no es la excepción, ya que Huracán fue un toro de la ganadería Conte de la Patilla, que en Agosto de 1879 demostró su coraje en las arenas de Alicante. Así es, no se basaron en el poder destructivo de los fenómenos meteorológicos, sino en un toro de lidia.
El Huracán impulsa sus vientos gracias a un V10 atmosférico de 5.2 L que entrega 610 hp a 8,500 rpm., y un torque de 413 lb-pie repartidos a sus cuatro ruedas mediante una caja de doble embrague con siete velocidades.
La carrocería del Huracán combina aluminio con fibra de carbono, para dejarlo en 1,422 Kg, que si bien son unos 12 Kg más que el Gallardo, no deja de ser una buena noticia, ya que el Huracán supera en medidas a su antecesor, por lo que podemos decir que es más rígido y liviano.
Su relación peso/potencia es, como podrás calcular, pavorosa; cada caballo empuja apenas 2.33 Kg. Esta característica le posibilita hacer el 0 a 100 Km/h en 3.2 segundos y el 0 a 200 Km/h en 9.9 segundos, un verdadero misil tierra-tierra. Lo llamativo es que, según la marca, si puedes contener la lujuria de tu pie derecho, el Huracán logra un consumo de 12.5 litros cada 100 Km, cifra nada despreciable cuando estamos hablando de un V10 con tanta potencia.
Su diseño es un paso más en el formato tipo cuña que caracteriza a la marca, con remates angulosos tomados del Reventón pero armonizados con una silueta curva, como intentando engañar a la vista del espectador con un sinfín de líneas rectas que se funden con la curvatura del techo.