Los faros de xenón son componentes presentes en gran parte de los vehículos que actualmente circulan por nuestras carreteras. Se trata de un sistema de iluminación con alto rendimiento luminoso que aumenta la seguridad activa durante la conducción El término Faros xenón o Luces xenón hace referencia al uso de una lámpara de descarga de gas en lugar de una lámpara halógena para las luces. La denominación xenón se trata de una lámpara de plasma con vapor de mercurio a alta presión, para la que el relleno de xenón solo juega un papel para el encendido inicial. La luz se genera por medio de un arco voltaico de hasta 30.000 voltios, entre dos electrodos tungsteno situados en una cámara de vidrio, cargada con gas xenón y sales de metales halogenizados. El arco es generado por una reactancia o reacción que produce una corriente alterna de 400 Hz. En el interior de la lámpara se alcanza una temperatura de aproximadamente 700 ºC. Un arco eléctrico arde entre dos electrodos de tungsteno de la lámpara de descarga de gas de xenón.
El extremadamente pequeño espacio para arder – una ampolla de cristal de cuarzo contiene un relleno de gas xenón a alta presión así como mercurio y sales metálicas, en total menos de 1 mg. Para el encendido se precisa de un impulso de alta tensión, que lo crea por medio de un balastro electrónico. Este dispositivo se encarga acto seguido del control de intensidad de la luz. La luz Xenón es la nueva generación en los sistemas de iluminación automotriz. Comparado con las luces convencionales de Halógeno, la luz HID es 3 veces más luminosa y tiene una considerablemente mayor distancia de proyección. Además, el color de la luz producida por el Xenon es parecida a la luz solar, por lo que brinda una mucho mayor seguridad al conducir de noche. La vida útil de los sistemas de iluminación HID es 5 veces mayor a la de los sistemas convencionales de Halógeno, por lo que su durabilidad está garantizada prácticamente para toda la vida útil del auto.